LOS '90 (jan 1, 1990 – dec 31, 1999)
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Durante la década de los ’90, el campo argentino fue escenario de permanentes cosechas récord, producto del aumento de rendimiento de los principales granos y del avance de la frontera agrícola. Esta transformación productiva tuvo sus orígenes en una importante adopción de tecnología. Además de la siembra directa, influyeron la incorporación de biotecnología, el uso de fertilizantes y modernas modalidades de gerenciamiento.
MAYOR PRODUCCIÓN: Durante este período se duplicó la producción de los principales granos como soja, maíz, trigo y girasol, pasando de 31 millones de tn en 1990 a 61 millones de tn en 2002. La soja, que triplicó su producción, lideró el crecimiento. Esta oleaginosa amplió la frontera agrícola empujando a la ganadería y a otros cultivos. En tanto, en la superficie cultivada, aumentó el maíz, manteniéndose estable el trigo y disminuyendo el girasol. Por su parte, el maíz encabeza el rénking del aumento de rendimiento, pasando de 3400kg/ha en 1990 a más de 6000kg/ha en 2002. También aumentó el rinde del trigo de 1900 a 2100kg/ha, de la soja de 2150 a 2630kg/ha y del griasol de 1430 a 1900kg/ha
SEMILLAS: El mercado argentino tiene gran importancia a nivel internacional, con un valor de 670 millones de dólares. Según estimaciones de la industria semillera, la mitad del aumento de rendimientos de la producción en los '90 fue por el avance genético. La biotecnología también permitió incorporar genes de resistencia al glifosato en soja, y ciertos insectos, en el caso del maíz Bt. En este sentido la introducción de soja transgénica resultó clave. La proporción de estas semillas sobre el total representó el 90% en la campaña 2000/01. Estos cambios redujeron el costo de los cultivos transgénicos, más competitivos que los convencionales, por su simplificación operativa (Soja RR) y menores aplicaciones de agroquímicos (maíz Bt). En tanto, los futuros avances deberían orientarse a mejorar la calidad. Por ejemplo, obteniendo granos con mayor contenido de proteínas, aceites y vitaminas
AGROQUÍMICOS: El consumo tuvo una gran expansión, con una facturación récord en 1997, de 925 millones de dólares, bajando a 600 millones en 2001. Esta caída, mucho más acentuada en valor que en volúmen reflejó los cambios producidos por la soja transgénica que impulsó la demanda de glifosato. Sin embargo, el consumo es aún bajo: 1kg de ingrediente activo por hectárea al año, menos de la mitad que EE.UU.. En países de agricultura intensiva, como Holanda, alcanza los 20kg
MAQUINARIAS: El avance de la directa tuvo un gran impacto. Los agropartistas abarcan unas 40 empresas nacionales (94% del mercado) y casi 10 importadores que traen sus productos desde Brasil y EE.UU.. El productor puede elegir entre un centenar de modelos diferentes de sembradoras, complementando con pulverizadoras, fertilizadoras y cosechadoras. También hay ofertas muy variadas en cuanto a sistemas de traslado de la cosecha y tractores de distintas potencias
FERTILIZANTES: El consumo se cuadriplicó entre 1990 y 2000, pasando de 400.000 a 1,7 millón de tn. Luego, en 2001 bajó el consumo. Este crecimiento fue sustentado por mayores importaciones y por la expansión de la producción nacional. Argentina cuenta con la planta de urea más grande de América Latina. La provincia de Buenos Aires posee una gran proporción de hectáreas fertilizadas y la mayor tasa de uso. Ello provocó aumentos de rendimiento superiores a otras zonas.
GERENCIAMIENTO: El nuevo perfil del productor es el de un empresario que pone énfasis en la adopción de modernas tecnologías, especialmente las que optimizan la asignación de recursos. También adopta nuevas modalidades en la gestión de la empresa rural y la comercialización de los productos. Otra característica: la producción a gran escala y sin necesidad de ser propietario de la tierra, lo que mejora la competitividad y el poder de negociación.
DISTRIBUCIÓN: La comercialización de insumos acompañó los cambios registrados en el resto del sector. Incorporó el asesoramiento técnico y otros servicios que permiten mejorar la eficiencia desde la siembra hasta la cosecha. Así, los puntos de venta tradicionales se convirtieron en verdaderos "centros de servicios" que brindan, incluso, opciones de crédito comercial y canjes insumo-producto
INFRAESTRUCTURA: Aumentó la capacidad, especialmente en instalaciones portuarias: la relación entre producción y almacenaje pasó de 1 en 1994/95 a 1,15 en 2000/01. También, mejoró la infraestructura de los puertos, reduciendo el flete. En los últimos años creció el uso del silo bolsa, común en nuestros campos, que permitió almacenar más de 2 millones de toneladas en 2001
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Historia del agro
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