Creador de la prosa romance, utiliza, según Lapesa, el lenguaje de Burgos, Toledo y León; el habla de Toledo, sobre todo, "sirvió de modelo en la nivelación lingüística del reino", cuyas características son:
- Mantiene la e en muchas palabras: monte por mont - Utiliza te por t - La frase se alarga y se hace flexible, aunque haya una excesiva repetición de que - Uso de un nuevo vocabulario aplicado a las ciencias y a la historia antigua para lo cual utiliza derivados (ladeza, anchura, de lado, ancho), palabras nuevas ("dicen en latín tribus por linage") y tecnicismos (septentrión).
Con ello el lenguaje quedaba listo para exponer lo que se quisiera, como lo demostró el propio rey con la variedad de temas abordados en sus obras: leyes, historia, astronomía, mineralogía, astrología, ajedrez.