En julio de 1808 el sucesor al trono español Fernando VII y el rey Carlos IV abdicaron la Corona en favor de Napoleón Bonaparte, quien colocó en el trono español a su hermano José. Ante esta situación, la noche del 15 de septiembre del mismo año más de 300 personas participaron en un motín en contra del virrey que provocó su destitución además de que aprehendieron a su familia.