Es el primero que se esfuerza en integrar la práctica constructiva en el cine, por medio de su manifiesto (La revolución de los kinoks), en el que habla del montaje integral. La máquina futurista se concreta con Vertov en la cámara; en la Cámara-Ojo. De ahí el Cine-Ojo. Papel crucial del montaje como organizador de la “estructura vital”, de construcción constante del material rodado, por medio de la selección de los temas, para luego organizar los fragmentos del film en dirección a un objeto fílmico.