La sinfonía nace en Italia, en 1730, y se convierte en el género más demandado e importante de esta época, aparecía como primera pieza de un concierto público y cumplía un carácter unificador.
Una sinfonía es un tipo de composición musical para la orquesta (aunque actualmente es común encontrar sinfonías para pocos instrumentos), dividida en cuatro movimientos, cada uno con un momento y estructura diferente.
El tamaño de la orquesta no es necesario para interpretar una sinfonía, en general, ha crecido con el tiempo: mientras una orquesta de cámara con un par de docenas de instrumentos es suficiente para interpretar una sinfonía de Haydn, una de Gustav Mahler puede requerir varios centenares de intérpretes.
La sinfonía probablemente alcanzó su madurez con Beethoven.