En 1890, Hermann Hollerith percibió que sólo conseguiría terminar de procesar los datos del censo cuando ya fuera tiempo de comenzar con el nuevo censo. Perfeccionó el sistema de las tarjetas perforadas e inventó máquinas para procesarlas, consiguiendo con eso obtener los resultados en tiempo récord. (12 jun 1890 año – 12 jun 1890 año)