Edith Stein hace uso de la clasificación alemana de las ciencias en ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu, desarrollada por Dilthey. «Una peculiaridad cualitativa, que no se pueda comprender como punto de intersección de leyes universales, sino que esté fundamentada en la singularidad única e interna del individuo, se da tan solo en el ámbito del espíritu… El objeto de interés es aquí el individuo en su singularidad única que es irrepetible e indisoluble. Toda persona espiritual tiene su cualidad, que confiere a cada uno de sus actos, independientemente de su estructura general, una nota individual y lo diferencia de los actos de cualquier otra persona»