El Tratado de Brest-Litovsk fue un tratado de paz firmado el 3 de marzo de 1918 en la ciudad bielorrusa de Brest-Litovsk entre: el Imperio alemán, Bulgaria, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y la Rusia soviética. En el tratado, Rusia renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica de los Imperios Centrales. Asimismo, entregó los territorios de Ardahan, Kars y Batumi al Imperio otomano. La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial anuló el tratado, y todas las pérdidas rusas habían sido recuperadas para 1940; y únicamente Finlandia y Turquía conservaron los territorios recibidos.