De los tres directores soviéticos más importantes, sin duda fue Pudovkin el más continuista, pues afirmó que ''el montaje es la máxima expresión de efectividad''. En sus libros Film Acting y Film Technique teoriza el Montaje Lírico, afirmó que una película es construida y no rodada. Por otro lado, para Einsestein el fragmentarismo estaba en la mirada que contempla el filme y no en el filme en sí. Concebía el montaje como un choque, el sentido de este está en la relación entre los elementos, son instrumentos discursivos.