Tras la invasión musulmana se establecieron en el norte de la Península pequeños grupos de resistencia que irán organizándose y poco a poco se iniciará un proceso de enfrentamientos militares que en un primer momento pretendían obtener botín, y después la recuperación, es decir la ocupación militar del territorio (reconquista), y como consecuencia la necesidad de repoblación para hacer efectivo su dominio con el asentamiento y la puesta en explotación de las tierras consolidando el dominio de la zona y garantizando su defensa ante posibles ataques. Pero eran tierras duras, peligrosas, tierras de frontera, reyes y señores recurrieron a diversas modalidades de asentamiento para llevar a cabo el proceso repoblador.