Colonización de las Shetland, las Orcadas y las Hébridas (1 Jan 800 Jahr – 1 Jan 850 Jahr)

Beschreibung:

Poco después de las primeras incursiones de las que se tiene noticia en Escocia, los vikingos empezaron a ocupar tierras para asentarse. Estos asentamientos no quedaron recogidos en las crónicas contemporáneas, sin duda porque las incursiones vikingas contra los monasterios escoceses habían dispersado o matado a los monjes que podrían haberlas dejado por escrito. En ausencia de fuentes escritas, las pruebas más importantes de esta extensión geográfica son los topónimos de origen escandinavo. Se cree que las islas del norte (las Shetland y las Orcadas) fueron colonizadas muy pronto, posiblemente alrededor del año 800, mientras que las Hébridas (las Sudreys o «islas del sur» para los vikingos) fueron ocupadas alrededor de 825. No cabe duda de que había comunidades nórdicas bien establecidas en estas zonas en la segunda mitad del siglo IX.

Dada la proximidad de Noruega, el impacto vikingo fue más fuerte en las islas del norte. A los noruegos, las islas les debían parecer lugares atractivos donde asentarse: el medio era similar al de la parte occidental de Noruega, así que los colonos podían trasplantar con facilidad su estilo de vida tradicional agrícola y ganadero. Las islas Shetland están cubiertas predominantemente con turberas y pastos duros, pero las islas Orcadas, aunque ventosas y sin árboles, disponen de grandes zonas de buena tierra arable, que era muy escasa en Noruega. Las islas también tenían la ventaja de unas buenas comunicaciones, al localizarse no demasiado lejos del apoyo de la familia y proporcionando buenas bases para las incursiones vikingas más al sur. Las comunidades pictas aisladas no tenían ninguna posibilidad de organizar una defensa coordinada contra los saqueadores vikingos y se vieron superadas con rapidez y facilidad. Las islas del norte se convirtieron en una extensión duradera del mundo escandinavo, volviéndose completamente nórdicas en cultura y lengua.

La naturaleza del asentamiento escandinavo en las Hébridas fue radicalmente diferente: los colonos escandinavos debieron ser siempre una minoría en medio de la población nativa de lengua gaélica. También está claro que la mayoría de los escandinavos eran hombres solteros que se unieron a esposas locales. En consecuencia, aquí el asentamiento probablemente se debía ver como una actividad mucho más arriesgada que en las islas del norte, de manera que era un lugar en la que un hombre no debía sentirse tranquilo para traer a su esposa e hijos. Como muchos de los colonos habían tomado esposas locales, sus hijos crecieron bilingües, hablando tanto el nórdico antiguo como el gaélico. Esta integración también es visible en la cultura material, en especial en los estilos en la joyería, que mezclan formas celtas con decoraciones nórdicas. Quizá porque muchos de ellos habían tomado esposas cristianas, los escandinavos que se asentaron en las Hébridas fueron de los primeros en aceptar el cristianismo. Esto podría explicar por qué después de 825 Iona no volvió a sufrir ningún ataque durante 160 años. Esta población híbrida gaélico-nórdica mantuvo su identidad diferenciada hasta el siglo XIII.

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